46 la asistencia. La asistencia y la formación no son realidades opuestas, si no complementarias que unidas van a contribuir sin ninguna duda a una mejor calidad asistencial. Trabajar con un residente con problemas; ¿cómo lo hacemos? Cuando el tutor tiene la sensación que algo va mal (porque la tiene), deberíamos contestar primero estas tres preguntas: z ¿Cuál es el problema?, ¿de conocimientos, habilidades o de actitud? Probablemente, lo más grave, o lo de más difícil solución sean los problemas de actitud, los cuales pueden incluir introspección, falta de motivación, autoestima, o de la relación médico-paciente. z ¿De quién es el problema?, ¿del residente, del tutor o del sistema? Aquí lo más difícil de solucionar serían los derivados del sistema; carga asistencial, falta de una organización y planificación de tareas dentro del servicio /hospital. z ¿Es un problema que debe ser resuelto?, ¿va a solucionarse por sí solo? Deberemos pues recabar la máxima información al respecto, observar al residente en situaciones variadas y apoyarnos en otros compañeros, otros tutores y el resto de profesionales que tengan relación con el residente. La entrevista estructurada (las tutorías) será un instrumento fundamental, para la detección de estos problemas e intentar su corrección. Una herramienta que puede ser útil es realizar este pequeño test de 7 preguntas al residente que se prevé que tiene o puede tener problemas: 1. ¿Hay dificultades en la adquisición de conocimientos o habilidades clínicas? 2. ¿Se le ha diagnosticado recientemente una enfermedad física?, ¿una patología crónica que ya presentaba se le ha agravado?, ¿está recibiendo medicación que pueda afectar a su rendimiento? 3. ¿Está deprimido o sufre algún trastorno en sí mismo o en su sentido del humor? 4. ¿Existe algún problema cognoscitivo que pueda ser debido al consumo abusivo de alcohol o de cualquier otra droga? 5. ¿Ha habido algún evento vital reciente que pudiera estar afectando su salud física y/o mental?
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