La FPSOMC: más de un siglo cuidando de los niños
La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial nació hace más de un siglo, en 1917, para cuidar de los hijos e hijas de los médicos fallecidos durante la pandemia de la denominada “gripe española”. Desde entonces cuida de los más pequeños de la #FamiliaMédica en distintos ámbitos mediante ayudas y prestaciones, asistenciales o educacionales, entre otras
Madrid medicosypacientes.com
Hoy, con motivo del Día Universal del Niño Médicos y Pacientes recupera las historias de dos beneficiarios a los que la solidaridad de todos los socios protectores les ha ayudado a tener “una vida más fácil” según aseguran sus padres.
Dr. García Quintana: "Gracias a las ayudas de la Fundación, mi hija con necesidades especiales podrá tener una vida más fácil"
El Dr. José M.ª García Quintana, colegiado de Córdoba, es padre de Sofía, una niña de siete años que padece una encefalopatía epiléptica neonatal, una enfermedad poco frecuente que le genera un importante retraso psicomotor y por lo tanto requiere numerosas atenciones y terapias.
Para hacer frente a los gastos que genera, tanto él como su mujer cuentan con una prestación económica de la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC) para tratamientos especiales. "Gracias a las ayudas de la Fundación mi hija tendrá una vida más fácil", asegura.
Desde que nació Sofía, el "sacrificio" y la "dedicación" de sus padres, ha sido integral. "Si ya es difícil conciliar los diferentes componentes de la vida de una familia hoy día, hacerlo cuando en su seno reside un niño con necesidades especiales, es extraordinariamente más complicado", asegura el Dr. García Quintana.
Su mujer, Sonia, también médico, ha renunciado a parte de su jornada laboral, para estar presente y coordinar el alto número de terapias que Sofía precisa, con objeto de minimizar el impacto que su enfermedad le genera, y, según cuenta, alcanzar su sueño de hacer "todo lo que esté en nuestras manos para que nuestra hija consiga un alto grado de autonomía que le permita, en la medida de lo posible, tener una vida más fácil".
Tras señalar que no han recibido ninguna otra ayuda de la Administración, afirma que esta prestación “es un alivio para afrontar los gastos que supone el cuidado de mi hija que requiere varias terapias diferentes, costosos medicamentos y otras necesidades por su alto grado de dependencia”. “Estas ayudas -dice- destierran la idea preconcebida que tanto mi mujer como yo teníamos de que la Fundación ayudaba solo a huérfanos y viudas de médicos” y añade que es “muy gratificante contar con el apoyo de tus propios compañeros”.
“Mi hermana ha podido estudiar gracias a la FPSOMC”
Alfonso de Cabo, hermano de María de Cabo beneficiaria con Síndrome de Down que recibe las ayudas de la Fundación de huérfano con discapacidad, cuenta cómo, hace diez años, al morir su padre, el Dr. Rafael de Cabo Casado, médico colegiado en Córdoba, ocho de los nueve hermanos se encontraban en edad laboral, salvo María que desde ese momento comenzó a recibir prestaciones.
“Gracias a las ayudas de la Fundación mi hermana ha podido estudiar diversos grados formativos como gestión administrativa, auxiliar de oficinas, telefonista y lenguaje de signos”, explica. Pero lo más importante -según comenta- es la integración social y laboral que le ha brindado el Colegio de Médicos de Córdoba donde ha trabajado en prácticas como telefonista en 2009 y 2011, algo que le sirvió de gran ayuda para integrase en un grupo de restauración de Sevilla y continuar sus estudios, actualmente, de inglés. “Ya me gustaría que mi Colegio profesional tuviera la Protección Social que tiene la Fundación a través del COM Córdoba”, subraya.
María de Cabo, expresa oralmente y en lenguaje de signos en este vídeo todo lo que el Colegio le ha apoyado y aportado a su experiencia laboral.