Siete de cada diez cuidadores no profesionales españoles afirman que su salud mental se ha deteriorado durante la pandemia
El 74% de cuidadores no profesionales en España asegura que su salud mental y emocional se han deteriorado durante la pandemia, según concluye el ‘Informe sobre el Bienestar de los Cuidadores 2020. ¿Quién cuida a los que cuidan? Así afectan la Covid-19 y la falta de apoyo a los cuidadores no profesionales’
Madrid medicosypacientes.com
Según este informe, elaborado en colaboración con algunas de las principales organizaciones internacionales de cuidadores; el 62% señala que la pandemia ha empeorado su salud física debido, sobre todo, a la falta de sueño y ejercicio y el mismo porcentaje indica que la Covid-19 ha repercutido negativamente sobre su situación económica. Y casi la totalidad (95%) dice no sentir reconocida su labor.
El trabajo afirma que los cuidadores españoles refieren un mayor deterioro mental, emocional y físico y un empeoramiento de su situación económica significativamente mayor que la media de los 12 países (entre 8 y 16 puntos de diferencia) que analiza. "La pandemia me ha impactado, sobre todo, a nivel psicológico y emocional. Sentía una alta presión porque no quería, ni quiero, contagiarle. La incertidumbre de no saber si estás siendo lo suficientemente cuidadosa me produce mucho miedo", explica Dolores Fernández, cuidadora no profesional de su padre, Manuel.
"La pandemia que sufrimos desde hace ya un año ha aumentado las responsabilidades y dificultades de este colectivo, e impactado notablemente en su bienestar económico, físico y psicológico", apuntó Miguel F. Alcalde, director general de Merck en España.
De acuerdo con el informe, a causa de la pandemia muchas personas asumieron el rol de cuidador no profesional por primera vez: un 18% de los encuestados en el caso de España. Durante este tiempo ha aumentado el número de horas dedicadas a esta labor, hasta 7,8 más por semana (25 horas semanales en la fase aguda de la pandemia); lo que explica que dos tercios de los cuidadores españoles afirmen que la Covid-19 ha hecho que la prestación de necesidades resulte más difícil.