«Ayuda siempre y no mires a quién; ese es el espíritu de la Fundación»
Ana, Juan y Lorena Pernía Sánchez, son tres hermanos huérfanos de médicos colegiados en el COM Valladolid que hace 7 años perdieron su padre, Jesús Pernía, médico especializado en anestesiología y dos años después, a su madre, Rosa Sánchez, también médico, especialista en medicina familiar.
La Dra. Ana Pernía, que es médico de familia y actualmente trabaja en el servicio de emergencias del 112 en Burgos, cuenta que cuando falleció su padre de muerte súbita, tenía 22 años, estaba estudiando quinto de Medicina en Eslovaquia, de Erasmus; su hermana Lorena, tenía 20 y estaba terminando la carrera de Fisioterapeuta en Soria y su hermano pequeño Juan, de 13 años, estaba en 3º de la ESO. En ese momento, su madre, Rosa Sánchez, luchaba contra un cáncer del que murió dos años después.
“Me encontraba con 22 años, casi una niña, como una madre de familia, llevando una casa, cuidando de un adolescente y, entre todos, cuidando a nuestra madre enferma de cáncer. Era como si tuviese 50 años”, relata la Dra. Pernía para quien las ayudas de la FPSOMC han sido y siguen siendo “fundamentales” porque su hermano Juan está aún en 4º de Medicina.
Cuando piensa en sus padres siempre recuerda sus enseñanzas “ayuda siempre y no mires a quién” y creo que esa es la esencia de la FPSOMC porque es una “acción solidaria” para los compañeros que necesitan ayuda en un momento determinado.
Cuenta que tanto su padre como su madre, que ambos colaboraban con la Fundación, le decían: “cuando te colegies, lo primero hazte de la Fundación porque el día de mañana es quien te va a ayudar y, lo que es más importante, tú vas a poder ayudar a quien lo necesite”.
“Por eso, cuando llegué al COM Valladolid que es donde estoy colegiada, lo primero que dije es que quería colaborar con la FPSOMC. Creo que su labor es encomiable y, aunque no la hubiese conocido como beneficiaria, la hubiese pagado igualmente”, asegura.
“Tanto mis hermanos como yo» -añade-, «tenemos una deuda de eterno agradecimiento a la Fundación y al Colegio de Médicos de Valladolid que siempre nos ha ayudado, no solo desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista afectivo; siempre hemos encontrado en su presidente y todo el personal un apoyo moral que nunca olvidaremos”.
La Dra. Pernía se ha convertido en “embajadora” de la Fundación y asegura que cuando habla con compañeros que van a colegiarse siempre les comenta todas las ayudas que tiene, no solo para huérfanos, sino de conciliación, de asistencia y otras muchas que “reflejan la solidaridad del colectivo médico con compañeros necesitados”.
La Dra. Pernía y sus hermanos forman parte de los 60 beneficiarios que la Fundación viene ayudando anualmente al colectivo médico colegiado en el COM Valladolid. De estas ayudas, actualmente 23 son para huérfanos menores de 21 años, entre los que se encuentra Juan Pernía, estudiante de Medicina.
Esta Fundación, que ahora cumple 100 años, destina cada año cerca de 14 millones de euros para prestaciones asistenciales, educacionales, de conciliación, protección de la salud y de atención social para cerca de 3.000 beneficiarios.